Comer en la India

Sweet, salty, sour, purgent

Namaste amigos !

Ya hace un mes que estoy en la India, y este es mi último día en la chacra orgánica de Vandana Shiva. He aprendido un montón y estoy muy agradecida de haber sido rodeada por personas increíbles que tienen muchas ganas de hacer cosas positivas para el mundo.

Esta semana fue enfocada en la cocina. Creo que todos los cocineros Indios son un poco locos. Conocía a Ganesh, el cocinero de la casa donde me quede la primera vez que viaje a la India. Hombre bajo, cojo, gordito, con una voz gruesa y una risa maquiavelista, Ganesh nos gritaba “Fuego! Fuego!” a penas pisábamos el suelo de “su” cocina. Le divertía mucho hacernos platos extremadamente picosos que nos hacían llorar.

Pues el otro día, después de largas discusiones, logramos convencer a Kamal-el-silencioso, el chef de aquí, de dejarnos cocinar algo. Lo llamo así porque nunca escuché su voz, no nos habla, no nos contesta cuando preguntamos algo, no sonríe tampoco, excepto a María José, nuestra amiga ecuatoriana, quien lo llama “loco-ji” (Ji siendo un apodo de respeto) y él se ríe y le da cachetadas amistosas. En fin, Kamal-el-silencioso aceptó darnos unas patatas, dos cebollas y algo de ajo para que le probemos que podemos cocinar sin arruinar todo. Aquí estamos : 3 chicas de 3 nacionalidades distintas pelando papas bajo la mirada burladora de 5 Indios, que de vez en cuando se ríen un montón sin explicación y que nos preguntan a cada rato en que momento les vamos a echar chili a las patatas. Nuestras “patates sautées” al final fueron un éxito, y ganamos el derecho de cocinar una cena completa hoy para mi despedida (acompañaremos la cena con unas buenas cumbias, obviamente). Pero no ganamos el respeto de Kamal, quién quiere guardar el secreto de su cocina.

Creo que de cierta forma los cocineros Indios son magos, porque en un mismo “thali” (plato redondo con compartimientos en los cuales se sirve toda la comida a la vez) hay todos los sabores necesarios. Utilizan los principios del Ayurveda para hacer una comida vegetariana que cura todo, y es verdad que uno siempre se siente bien después de comer aquí. Cada especia tiene su secreto y todo se combina de manera armoniosa (excepto cuando se pasan con el picante oeee).

Tenemos libros con las recetas de Navdanya a nuestra disposición, entonces les tome fotos y pueden encontrarlas en este link.

Esta semana también aprendimos mas sobre cómo hacer pesticidas naturales. Se pueden utilizar hojas de papaya, eucaliptos, cúrcuma, jengibre o – mas común en Europa – cebolla, ajo, ortiga. Hay que dejar que todos estos ingredientes fermenten un poco en agua tibia durante 20 días, luego diluir en agua con un ratio 1/10. Si no tienen 20 días pues pueden poner todo a hervir durante una hora y dejar que se enfríe antes de usar. Igual diluir siempre la mezcla. Para que sea mas eficaz pueden agregar orina de vaca o humana. Como ven no salemos nunca del tema de la caca y del piss mágico de las vacas, creo que cada día nos dicen algo nuevo al respeto.

Hablando de esto, tuvimos el placer de hacer un revestimiento con caca de vaca para el banco de semillas. Al parecer es un antiséptico genial. Yo les creo porque mi abuelo muchas veces me contó que cuando era niño durante la segunda guerra mundial recogía las cacas de vaca en el campo para hacer cataplasmas y curar las heridas de los soldados. Total : nos divertimos un montón pasando toda la mañana con las manos en la mierda.

Hoy otra vez tomo el bus de noche para Nueva Delhi y el domingo me voy para el sur de la India, en Kerala, a reunirme con mi roomie que viene por 2 semanas. Tengo muchas ganas de seguir el viaje, aunque siempre es triste dejar un lugar donde se amó la vida. Esta frase la saco de una canción de Mercedes Sosa que me pasó mi amiga ecuatoriana “uno siempre vuelve a los lugares donde amo la vida”.

Así es.

Abrazo,
Lucile

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