Vida nómada en Mongolia

Perdida en la estepa

Сайн байна уу ! 

La última vez que escribí estaba a punto de entrar a Mongolia, después de un largo camino. Y lo logré! Pasé la frontera y me subí al mítico tren transmongoliano para llegar a la capital, Ulan-Bator. Me dormí con la puesta del sol, mientras el tren atravesaba el desierto de Gobi y desperté con el amanecer en la estepa cubierta de nieve.

Solo me quedé un día en Ulan-Bator para saludar a la estatua de Chingis Khan y luego me fui a Kharkhorin, la antigua capital del imperio Mongol (que fue el imperio mas grande de la historia del mundo). Allí me quede una semanita con una familia de nómadas que tiene su campamento a unos 30 kilómetros de la ciudad, en el medio de la nada, compartiendo su vida cotidiana y ayudando con lo que podía. Eran 4 personas y una bebé (un poco insoportable pero igual nos hicimos amigas). Tienen 100 vacas, 300 cabras, 700 corderos, 40 caballos y un gato que se pasa la vida en la estepa y vuelve a noche a calentarse por el fuego de la Ger (vivienda tradicional de Mongolia que se llama yurt en ruso). Dos veces al año se mudan de campamento para llevar a sus animales a mejores lugares.

Es un modo de vida muy duro y que esta desapareciendo en Mongolia por culpa del calentamiento global y de la globalización. De hecho, las temperaturas en el país ya subieron por 2,2 grados en los últimos 70 años. Los inviernos son más fríos y los veranos mucho más calientes, lo cual hace que se mueren muchos animales que ya no soportan el clima. Aparte la gente aquí vive del negocio del Kashmir. Con la competencia creciente de China muchos nómadas hacen crecer sus rebaños, hay demasiados animales en la estepa y ya no hay suficiente tiempo entre las temporadas para que crezca el pasto de nuevo. Los nómadas poco a poco pierden sus rebaños y se tienen que mudar a la ciudad a buscar otro trabajo.

Esta época es la época en la que nacen todos los bebés de los animales. En los pocos días que estuve con la familia pude ayudar con el cuidado de los cabritos y corderos y más que todo ayudé con las limpieza de los espacios donde se quedan durante la noche, porque no tengo las calificaciones para controlar una cabra por los cuernos. Es impresionante ver que el rebaño durante el día pasea por toda la estepa y a la noche vuelve solo al campamento.

Pero ¿qué se come en Mongolia? Por el clima aquí no crece nada entonces la alimentación de compone mas que todo de carne. Carne, carne y mas carne. Me dieron de comer unas empanadas de carne de caballo fritas en grasa de res. Para una vegetariana como yo es un reto estar aquí, pero por lo menos es la carne mas orgánica y los animales mejor cuidados que veré en mi vida.

Después de esto volví a Kharkhorin y me reuní con un grupo de chicos que había conocido en Ulan-Bator para seguir el viaje juntos. Hay un chino-aleman, un argentino y un brasilero, y nos pusimos como meta llegar a Ulgii, a la frontera oeste de Mongolia para ir a los picos más altos del país. Hay que saber que en Mongolia casi no hay carreteras, todo es pista,  y los autobuses parten de la capital. Es casi imposible conseguir un autobús entre ciudades secundarias. Así que decidimos probar hacer dedo.

Un equipo de 2 logró conseguir un auto para llegar a la mitad del camino. El argentino y yo quedamos atrás, hasta encontrar un minivan que nos llevó, se quedo atascado cruzando un río, luego se le pinchó la rueda, luego nos cambió por un autobús después de tenernos esperando en un carro de policías pero finalmente llegamos. Para la otra mitad del camino conseguimos un carro que supuestamente nos iba a llevar los 4 pero nos hicieron cambiar de auto 4 veces. Los Mongols suelen tener una voz muy gruesa y hablan en voz muy alta, así que muchas veces suena bastante amenazante! Nunca sabemos que  esta pasando pero al final llegamos.

En Ulgii, la ciudad más al este, paramos a comer y descansar y otro mongol que también daba miedo nos empezó a dar vodka. Imposible decirle que no. El chino quedó borrachisimo después de 4 vasos y lo tuvimos que llevar a dormir.

Ahora el grupito estamos camino al parque nacional y listos para subir a los picos! Los paisajes son increíbles, y nos esperan dos noches mas en familias tradicionales también. Ojalá no caiga mucha nieve y ojalá no se nos emborrache el chino, a quien cuido como a mi hijito.

Muchos abrazos y manden noticias, 
Lucile 

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